1. LA CREATIVIDAD SE BASA EN QUIENES SOMOS.
Escribir es crear, construir con palabras un mundo en el que puede ocurrir cualquier cosa, solo nos basta imaginarlo... Parece sencillo, como jugar a ser dioses, pero en la práctica no lo es; en primer lugar porque para pasar a la palabra escrita aquello que imaginamos necesitamos un cierto dominio del lenguaje, pero también se precisa de experiencia vital.
Esta experiencia nos ayuda a entender mejor el mundo y, aun en el caso de querer escribir sobre un mundo fantástico, cuanto vivimos afuera conforma, en última instancia, nuestro mundo interno.
Por lo tanto, si te gusta escribir en primer lugar debes VIVIR. No quiere decir que tengas que haber pasado por todas las situaciones que cuentas en la historia, pero sí tienes que conocerlas de cerca, para que tengan sentido. Si queremos crear con convicción es importante "regar" nuestro jardín creativo, la mente, la experiencia, las emociones... Ese sustrato es la base del proceso creativo, el terreno donde elaboraremos los pilares de nuestras obras.
VIAJA, LEE, HABLA CON LA GENTE, ESCUCHA SUS HISTORIAS, OBSERVA TU ENTORNO... VIVE INTENSAMENTE.Todo ello te hará crecer como persona y será abono para el sustrato de tu creatividad.
2. LA CREATIVIDAD SE CULTIVA DÁNDOLE ALAS.
Al escribir se activa un proceso que relaciona ese almacén de vivencias, conocimientos y percepciones con nuestra mano y nuestra imaginación... y, si somos valientes, si dejamos que las ideas eclosionen y nos dejamos guiar por la intuición sin miedo, surge la magia.
Porque ser creativo es una característica humana, todos los somos, pero quizás hay personas que no se han permitido serlo, se han reprimido o han sido reprimidas.
La creatividad es rebelión, transgresión y precisa de grandes dosis de valentía y sentido del humor, para ser capaces de reírnos de nosotros mismos.
Romper con los estereotipos, con las censuras, con los límites que nos marca el entorno, con nuestros propios ritos... ir siempre más allá, a lo desconocido, sin miedo al fracaso. Estamos en terreno seguro, estamos jugando. En el juego todo es posible; es el principal medio de aprendizaje... Así que juega, diviértete, siéntete un dios, que en tu imaginación y en tus textos: lo eres. Juega a ser tú, juega a ser otros, juega a convertir en personajes a las personas que te rodean... esa es la base de la escritura. Y todo eso que vayas creando será solo para ti. No tienes que compartirlo con nadie a no ser que quieras, por tanto estás a salvo.
No dejes que la censura interior te corte las alas. VUELA.
Una vez movilizamos nuestra creatividad, el segundo paso es ir canalizándola hacia el objetivo que nos planteamos.
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